La niña del área de Leeds de Eglad casi muere, pero cuando supo que estaba embarazada, recuperó nuevas fuerzas. La maternidad cambió su vida y finalmente le permitió realizar sus sueños.
Rachael Campey luchó con su salud mental durante sus años de adolescencia, ya que estaba constantemente mal en la escuela. A los 14, casi da su vida, pero justo cuando tocó fondo, supo que estaba embarazada, y eso lo cambió todo.
“Cuando supe que estaba embarazada, me salvó. Me dio una nueva vida”, explicó.
“Cuando supe que estaba embarazada a los 14 años, me prometí a mí misma que trabajaría sin parar para darte la mejor vida posible”, le dijo Campey a su hija, y eso fue exactamente lo que hizo.
Sin embargo, ciertamente no fue fácil. La echaron de la escuela y estuvo en al menos 7 instituciones diferentes antes de terminar sus estudios, además tenía que cuidar a su pequeña hija mientras tanto, pero valió la pena el esfuerzo.
Después de completar sus estudios en el York College, Campey se matriculó en Triity University en Leeds, donde estudió psicología cognitiva. Mientras escribía su tesis, su hija, Lily-Rose, que ya tenía 6 años en ese momento, se sentó junto a ella e hizo su tarea.
En un momento, Campey casi se cae de la universidad porque ya no podía manejar el ritmo, ya que no era fácil de estudiar mientras criaba y trabajaba.
“Caminé por el pasillo y lloré, pensando que tenía que irme de la universidad, que todo esto era un gran lío, y no entendía por qué me había puesto en esta situación”, recordó.
Sin embargo, ella no dio nada y obtuvo su título universitario. Seis años después de darle 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡 a su hija, ella usó un vestido negro el día de su graduación y apareció en la ceremonia sosteniendo la mano de Lili-Rose.
“Lily solo se burló de mí y dijo que parecía que era de Hogwarts”, dijo la madre.
Campey recibió orgullosamente su diploma mientras su hija aplaudía la aυdiez, porque después de todo, fue gracias al 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡 de Lily-Rose que llegó tan lejos. Gracias a ella, trabajó tan duro que la motivó a superar los obstáculos que se le presentaban. Ella admitió que estaba en un “camino oscuro” antes de que su hija le diera luz a su vida.
“Si no fuera por Lily-Rose, no creo que estaría aquí ahora porque he luchado con mi salud mental”, dijo.
Según Campey, Lily-Rose ha soñado con convertirse algún día en Olympia desde que tenía 2 años, y la madre espera que su hija también pueda lograr sus sueños.
Campey aconsejó a otros padres jóvenes que no den su apoyo cuando luchan con problemas de salud mental y que sigan luchando por sus objetivos.
